miércoles, abril 23, 2008

Cine histórico.

Nunca hasta ahora se me había pasado por la cabeza el juntar dos de mis pasiones y hablar de ellas, me refiero a la historia y el cine o mas concretamente a esa simbiosis llamada cine histórico. Intentaré hacer una lista con mis películas que tratan sucesos históricos que a mi me pareces recomendables. Esta lista no sigue ningún orden concreto, más bien las cito según las voy recordando, pero no porque las primeras sean mejores que las últimas, ni mucho menos. Además, que me cuesta discernir entre lo que es una película histórica y una biográfica, creo que toda película que cuente un hecho histórico tiene cabida en este género indiferentemente de si se centra en la vida de un personaje o no.

Un hombre para la eternidad. De Fred Zinnemann.

La película hace un recorrido en uno de los momentos mas convulsos de la historia de Inglaterra, a través del punto de vista de Tomas Moro, Lord Canciller británico que se opuso férreamente a muchas de las decisiones de su monarca Enrique VIII, sobre todo la de divorciarse de su esposa y del Vaticano, algo que le costó la cabeza. Como curiosidad diré que Moro acuño la palabra Utopía.



Napoleón. De Abel Gance.

Es una mera curiosidad ya que su rigor histórico brilla por su ausencia, el autor se inventa muchísimas situaciones que jamás acontecieron e inclusive el propio Napoleón es una auténtica parodia ya que se comporta como él típico héroe aventurero intrépido y burlón, viendo algunas escenas en las que enfrenta él solo y con su espada a los rebeldes y escapa saltando de ventanas. Es una película muy difícil de ver al ser muda y al estar algo “descompuesta” por el paso del tiempo. Solo para paladares muy exquisitos.

Lawrence de Arabia. De David Lean.

Sencillamente grandiosa. Una película que por mucho que la vea nunca me canso de disfrutar las aventuras del ingles, pálido, desgarbado, masoquista y mariquita que logró unir a todas las etnias y pueblos nómadas del desierto de Arabia.

La película nos muestra al Lawrence diplomático y sibilino que solo con palabras logra convencer a todo el mundo de que le sigan, formar un ejército y forzar al imperio turco a retirarse del desierto, como Lawrence cae en la locura y como se inmola por su destino, el cual todos vislumbran pero nadie quiere evitar, ni siquiera el propio Lawrence. Omar Sharif uno de los protagonista de la película alababa las habilidades del director David Lean cuando dijo “Logró una película en la que es difícil aburrirse sin que en ella apenas se vean mujeres”.


Ivan el Terrible. La trilogía. De Sergei M. Eisenstein.

Eisestein fue el mayor genio cinematográfico de su momento, un realizador con un talento visual sin parangón, aunque su cine haya quedado bastante denostado por su evidente tendencia propagandística soviética, a pesar de todo, me quedo con la imagen.

Destaco su trilogía de Ivan el terrible porque también serían dignas de comentario su Alexander Nevsky o su película mas conocida El acorazado Potemkin de las que se podría escribir muchísimo, pero me quedo con estas películas porque nos muestra al famoso Zar como un hombre que logró unificar Rusia, un loco que veía conjuras y traiciones en cada esquina y que por menos de nada mandaba a cercenar cabezas a diestro y siniestro. Algunos dicen que Stalin se vio reflejado en ese personaje y que esa fue la razón por la que envió al genial realizador a pasar una temporadita de descanso a los campos de concentración de Siberia.

Patton. De Franklin J. Schaffner.

Siempre quedará en la impronta del cine esa primera imagen de la película en la que George C. Scott interpretando el colérico y polémico general con su uniforme de gala y con el casco de campaña con sus tres estrellas bien visibles en la parte frontal, una fusta en una mano, cuadrándose y saludando al espectador y con una inmensa bandera de barras y estrellas rojas, azules y blancas tras él. No puede haber un comienzo mejor ni una presentación mejor para un personaje.

El General George S. Patton fue todo un personaje en el campo de batalla de la Segunda Guerra Mundial, un rebelde que no obedecía ordenes de su alto mando, que competía contra otros generales de su mismo bando por ver quien alcanzaba antes sus objetivos, que entraba en los hospitales de campaña buscando a los que estaban de baja por haberles diagnosticado ataques de pánico para devolverlos al frente a base de patadas en el culo (literalmente). Es un disfrute de película en la que apreciamos todos los matices de un señor de la guerra, un belicista que se sentía frustrado por la guerra que le tocó luchar la cual consideraba innoble y por los tiempos que le tocó vivir.


La lista de Schindler. De Steven Spielberg.

Tremebunda. La mejor película de Spielberg en la que, gracias a Dios, se reinventa a si mismo y deja su ñoñez particular aparte para narrarnos la historia del empresario alemán que se jugó su fortuna y su vida por salvar la de los trabajadores judíos de su fábrica. Una obra maestra.


Papillon. De Franklin J. Schaffner.

La mejor película de escapismo de la historia del cine, sin lugar a dudas. La trama gira en torno a dos convictos en una prisión de la Guayana Francesa y sus esfuerzos por fugarse. El apodo de uno de los dos presos (Papillon, en francés mariposa) da nombre a esta obra y es también el autor de las memorias en la que está basada la película la cual tiene una factura impecable, no podemos dejar de sentirnos sucios, sudados y cansados cuando disfrutamos de su metraje.


Ed Wood. De Tim Burton.

Una genialidad. Cine sobre la historia más vergonzante del cine y sobre el peor personaje que la representa. Es inevitable encariñarnos con el personaje de Ed Wood, magníficamente interpretado por Johnny Depp, por su candor, su ingenuidad, su pasión e inmenso amor por el arte, un arte para el que no tiene ningún talento pero lo suple con sus inmensas ganas y energías creativas.


Espartaco. De Staley Kubrik. (Y un poquito de Anthony Mann).

Sin mucho rigor histórico ya que lo que era un jefe criminal que se dedicaba con su ejercito de esclavos a recorrer la península italiana de un extremo al otro saqueando todo lo que se les ponía por delante, nos lo ponen como un héroe, un libertario que solo quería escapar con los esclavos de Roma a algún lugar lejos de su yugo.

Del rodaje si que se podría decir mucho, con miles de problemas, despido de un director en mitad del rodaje y contratación de otro y una producción que duró varios años. Peter Ustinov, uno de los protagonista de la película, un día, en pleno rodaje, se encontró con que su hija le habían pedido en el colegio que hablaran de la profesión de sus padres y la niña no comprendía bien como su padre se ganaba la vida, él le respondió “Mi trabajo es rodar Espartaco”.


El pianista. De Roman Polanski.

La conmovedora y tremenda historia del pianista Wladyslaw Szpilman y de su supervivencia en medio de la Segunda Guerra Mundial y de el Holocausto, magistral la forma en la que enlaza el principio y el final de la película interpretando al piano la misma canción, como si de un trágico y desgarrador paréntesis se tratara.


El dilema (The insider). De Michael Mann.

Aunque la relevancia historia de el argumento de esta película sea muy pobre, un ejecutivo que denuncia a su empresa tabacalera por mentir a los consumidores, la destaco por su rigor y su ejemplar factura a la hora de presentarnos la historia. La denuncia de la mordaza que el poder económico (el verdadero y único poder) pone a los medios de comunicación y como pueden llegar a aplastar y destruir la vida de un hombre solo por querer contar la verdad. Destaco una de las frases que pronuncia uno de los personajes de la película “La fama es efímera, la infamia dura un poco mas”.


El hundimiento. De Oliver Hirschbiegel.

Los sueños destruidos de un fanático convertidos en pura ira, frustración y desesperación. Sublime crónica de los momentos finales de Hitler y de su alto mando viendo como esa monstruosa guerra que ellos comenzaron estaba apunto de engullirles sin que nada pueda evitarlo.

La película nos presenta a veces un Hitler más humano del que solemos ver en el cine pero una persona completamente imbuida por sus ideas y su fanatismo, que no es capaz de reconocer que ya es tarde para descabalgar del Apocalipsis que ha creado.


Y aunque de cine no se trate, tengo que destacar la BUENISIMA serie de televisión Roma, una obra maestra que representa con mayor fidelidad lo que fue la ascensión al poder de la familia de los Julios. Una serie de enorme calidad que no podía desdeñar en esta lista. Ojalá hagan más series como esta.


miércoles, abril 09, 2008

En el aire

  • La última peli que he visto: The Host (Destruyendo espectativas)
  • Lo que estoy leyendo: Ahora mismo nada. :-(