Tengo pocas adicciones en mi vida, soy prácticamente abstemio, odio el tabaco y no caeré en la grosería de equiparar a las mujeres con simples objetos, así que no puedo decir que sea un adicto al otro género. Por las mujeres siento fascinación, atracción y pasión, cosas que no tienen nada que ver con una simple y mezquina adicción.
Pero a veces me encuentro con otro tipo de fascinación, otra que me resulta difícil de catalogar, es cuando descubro una historia que de ninguna manera puedo desligarme hasta descubrir su final, quizás pueda definirse como ansia por la narración, esto es lo que me ha pasado con el último OVA que estoy viendo. Monster.
Una fascinante historia enriquecida por los complejos caracteres de los diversos personajes que comprende esta serie de animación y en el centro de todos ellos, atrayéndolos a todos hacia él, el personaje conocido como El Monstruo.
La serie trata sobre el mal, y no solo sobre el verdadero mal que albergamos todos sino sobre la esencia misma del mal concentrado en alguien que pueda ser muy humano.
Capítulo a capítulo vamos descubriendo cosas sobre el carácter, sobre el inquietante pasado y el más inquietante futuro de este monstruo. Una serie que considero una verdadera obra maestra, que antes fue un comic y que se está preparando una adaptación al cine por parte de Hollywood, miedo me da, lo mas seguro es que destrocen la obra porque no se como una historia tan compleja y extensa puede caber en el metraje de una sola película.
El autor, Naoki Urasawa, ha editado también otro comic que según he leído es igual de buenísimo que Monster, se titula 20th Century Boys, habrá que leérselo.
Tengo pocas adicciones en mi vida, soy prácticamente abstemio, odio el tabaco y no caeré en la grosería de equiparar a las mujeres con simples objetos, así que no puedo decir que sea un adicto al otro género. Por las mujeres siento fascinación, atracción y pasión, cosas que no tienen nada que ver con una simple y mezquina adicción. 