Vollis Simpson es mecánico jubilado de 87 años con una pasión por los molinos de viento. Para Vollis Simpson, los molinos de viento suponen una solución práctica a los problemas diarios. Sirviendo en Saipan en las islas de Mariana durante la Segunda Guerra Mundial, Simpson construyó un molino de viento para accionar una lavadora. Años mas tarde, construyó un molino para accionar un sistema
de calefacción para su casa. En 1985, Simpson comenzó a hacer molinos de viento en su granja con piezas desechadas de la máquinaria con la que trabajaba en su granja simplemente para ver cómo se moverían con el viento. Su colección de curiosos molinos de viento en su granja de Lucama, Nort Carolina, hasciende a la docena. Enormes y excéntricas esculturas cinéticas construidas con chatarra industrial. Todo un artista del viento este Vollis.
Vollis Simpson es mecánico jubilado de 87 años con una pasión por los molinos de viento. Para Vollis Simpson, los molinos de viento suponen una solución práctica a los problemas diarios. Sirviendo en Saipan en las islas de Mariana durante la Segunda Guerra Mundial, Simpson construyó un molino de viento para accionar una lavadora. Años mas tarde, construyó un molino para accionar un sistema
de calefacción para su casa. En 1985, Simpson comenzó a hacer molinos de viento en su granja con piezas desechadas de la máquinaria con la que trabajaba en su granja simplemente para ver cómo se moverían con el viento. Su colección de curiosos molinos de viento en su granja de Lucama, Nort Carolina, hasciende a la docena. Enormes y excéntricas esculturas cinéticas construidas con chatarra industrial. Todo un artista del viento este Vollis. 
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