Hace un tiempo nos encontrábamos unos amigos en un centro comercial de mi ciudad rebuscando entre las ofertas de dvds de una tienda de electrónica alguna curiosidad que llevarnos a los ojos y de ahí directamente al cerebro. En un momento dado, mi amigo Oliver se encontró un dvd del documental ese que aseguraba haber encontrado la tumba de Jesús, aquello despertó una discusión sobre la veracidad de dicho documental, yo no soy muy religioso y tampoco vi el documental cuando lo pusieron por la tele, porque aborrezco la tele sobre todo Antena 3 y Telecinco , así que con mi vomitiva pedantería habitual solo comente “Yo siempre he considerado a James Cameron un gran historiador y teólogo”.
No obstante me marche con la curiosidad mordiéndome en el cerebro, así que me descargue el documental por la….ehhh… bueno, me hice con él.
Me pareció un documental artificioso, espectacular y nada riguroso, cuando de repente ¡oh! sorpresa, veo que uno de asesores del documental y uno de los protagonistas del mismo es Oded Golam, este israelí era un famoso traficante... ¡perdon! queria decir: comerciante de objetos artísticos. Se ganaba la vida vendiendo artefactos históricos de medio oriente a museos del mundo y a coleccionistas particulares. El tipo estaba forrado. Pero un día sacó de la nada una tablilla de piedra con unas inscripciones que la relacionaban directamente con el Templo de Salomón ¡La hostia! La primera evidencia física de que el Templo de Salomón existió y por extensión el propio Salomón y su fantástico reino. Hasta ahora solo teníamos evidencia de ello por la Biblia y algunos historiadores ponían en duda su veracidad, pero apareció la tabla y después de un minucioso examen descubrieron que era verdadera, recuerdo que aquello fue una bomba. Pero un lingüista de la universidad de Jerusalén examinó las inscripciones y dijo que ahí había algo que estaba mal, una de las frases estaba escrita en hebreo moderno cambiando así todo su significado, por lo cual se hizo un examen mas profundo y se reveló que la tabla era una muy elaborada y casi perfecta falsificación. Ello llevó a sospechar del resto de las piezas que habían pasado por manos de este comerciante y se descubrieron que también eran falsas. La policía después de hacer un registro en la casa del sr. Golam descubrieron un taller clandestino y muchas piezas en proceso de falsificación. Ahora mismo este individuo está en la cárcel con un sin fin de demandas por fraude.
La historia es algo hermoso, atrayente, nos enseña lo que somos, quienes somos y como se ha construido el mundo que nos rodea, algo tiene la historia que despierta interés y sensaciones, como ese vértigo que sentimos al contemplar de cerca algún antiquísimo objeto y nos viene a la mente la cantidad de sucesos, de vidas que ha superado, de las manos por las que ha pasado hasta llegar ante nosotros. Pero es peligroso dejarnos llevar por la fascinación y hay que ser bastante escéptico con la historia. Muchos la han intentado y la están intentado rescribir para amoldarla y adaptarla a sus ideologías. Para escribir la historia hay que ser más que un hombre, pues quien se atreve a tomar la pluma de esta gran justiciera ha de estar libre de prejuicios, intereses y vanidades. Grandes palabras de Napoleón.
Así que me reafirmo en lo que dije en su momento, James Cameron es un gran historiador y teólogo. Aunque supongo que eso al sr. Cameron le dará lo mismo, el se ha llevado su buena tajada de todo esto.
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