Pero mientras estoy allí, no haciendo gran cosa por cierto, casi únicamente esperar, esperar a que los acontecimientos se vayan produciendo por si solos para ir capeándolos mientras estos surgen, pero como nunca se cuando van a ocurrir prefiero pegarme el madrugón a que me cojan en la cama. Pues como decía, esos instantes me sirven para reflexionar y para fijarme en cosas que en otro momento no podría haber reparado.
Y quien me iba decir que en un lugar tan lúgubre podría recargar las pilas… misterios de la vida.
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