El bailaor, Don Carnal y el saco de papas.

Hacia tiempo que no me reía tanto, fue un espectáculo humorístico inconmensurable, un desatino y un despropósito que pasará a los anales de la historia. Ya que los Carnavales de Tenerife de este año ha sido el Carnaval del esperpento. Y era algo que se veía venir.

Repasemos los hechos:

1º Buenas ideas. El ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife tuvo la genial ocurrencia de poner la organización de su Carnaval en manos de un experto absoluto en este tema como es el bailaor de flamenco Rafael Amargo que es como poner a los mandos de un avión a un tipo que se dedica a manejar una grúa.

2º El bailaor henchido de prepotencia. Nada mas llegar el sr. Amargo no se le ocurre otra cosa que dar a entender de los chicharreros son unos paletos que no han sabido organizar un carnaval en toda su vida pero ahí esta él para enseñarles… pobrecitos. Y su primera decisión es que en SU espectáculo no pueden aparecer personas gordas ni demasiado bajas. A eso se le llama entrar con buen pié y calentando al personal. Rafa, el carnaval no es tuyo, nunca ha sido de nadie en concreto, en toda la historia y en todos los lugares de este mundo donde se celebran estas festividades los carnavales son del pueblo. Que no te gusta porque la gente hace lo que quiere, es un caos y todo se mezcla, pues tío ESO ES CARNAVAL.

Fijense en este vídeo como poco a poco se va calentando e inflamandosele el ego.

3º Después de pregonar que vas a hacer un espectáculo fino, elegante y bien hecho la gente se encuentra con esto. Ver como la reina de las barriobajeras de este país la bajaban de ese púlpito de metacrilato como si fuera un saco de papas.

Un espectáculo chabacano con muchos amigos tuyos invitados para pasar por caja y con nulas referencias al carnaval.

Es normal que todo el mundo se pregunte donde esta el millón de euros que te han dado para montar TU espectáculo. Aunque yo en el lugar de los responsables que te contrataron jamás se me ocurriría demandarte , si tuvieron la genial ocurrencia de hacerlo te jodes y te lo comes.