domingo, noviembre 26, 2006

Crítica: Casino Royale

Siempre me han gustado las películas de James Bond, sobre todo las primeras, aquellas de Sean Connery rodadas en plena guerra fria y siempre, creo que como a todos los aficionados a la serie del agente secreto, he relacionado al personaje con el primer actor que lo interpretó, un Connery masculino, sofisticado, elegante, cínico, arrogante, un gentleman que se paseaba por el mundo resolviendo entuertos sin mancharse la chaqueta, la esencia misma de la flema inglesa, y creo que a todos se nos ha quedado esa impronta idiosincrásica. Por eso, cuando me enteré que Daniel Craig iba a interpretar al personaje pensé: “¿Pero que coño? ¿Por qué no se lo ofrecieron a Clive Owen?. Daniel Craig me parecía que no tenia nada que ver con James Bond, no por el hecho de que sea rubio como el Güisqui, sino porque el tipo parece mas un portero de una discoteca de Manchester que un espía. Pero cuando he visto la película ¡Oh sorpresa! Mis temores se confirmaron, como no podían hacer que Craig fuera Bond, hicieron que Bond fuera Craig. El nuevo Bond es un killer, un matón nada refinado que en poco se parece a los anteriores, este Bond es mas visceral, mas agresivo y también mas humano, pero me han cambiado a James Bond ¡cojones!.

En los otros aspectos de la película me parecen casi todos impecables. Las escenas de acción son trepidantes y el ritmo de la película me parece adecuado. El guión esta bien escrito y hay algunos buenos diálogos, pero me pareció que en varias ocaciones los guionistas salían un poco a trompicones de las tramas que habían entretejido, o de alguna solución de urgencia para que la historia siga andando, como el uso excesivo de los mensajes de móviles para que Bond continúe tras la pista de los malos.

Creo que al final le daré un 5 sobre 7 porque ha conseguido entretenerme un rato.

jueves, noviembre 23, 2006

El asesino canceló a todos los seleccionados

Todas las empresas buscan la forma de mejorar aquellos productos que ofrecen en el mercado, ya sea por dejar atrás a la competencia o para motivar a los clientes a comprar, esto también pasa en un mercado tan copado como el del software, copado claro esta por Microsoft.

El problema está en que mientras otras empresas mejoran todos los aspectos de sus productos, en Microsoft solo parece primar el aspecto estético mientras que las otras prestaciones siguen como siempre, fatal.

Gracias a mi amigo Luis he descubierto este reportaje que apoya mi idea. En el que se muestra a la prensa una de las utilidades del Windows Vista, la posibilidad de dictar al programa de escritura, pero al parecer el ordenador estaba un poco duro de oido.

Lo que más me gusta es esa risa contenida y ronca del presentador, esa misma risa que nos entra a todos cuando nos vemos metidos en un apuro y en la que te pones a pensar en a quien vas a estrangular luego. Me apuesto lo que quieran a que al presentador le estaba pasando por la cabeza la frase “Programa hijo puta”.

lunes, noviembre 20, 2006

Negligencia temeraria

En contadas ocasiones suelo dejar el coche y utilizo el servicio público de transportes de mi ciudad que, para que voy a mentir, es una mierda, pero a veces es mejor pasar un rato incomodo que perder un par de horas buscando un sitio donde aparcar el coche.

Esta mañana fue una de esas contadas ocasiones, porque sabia que la calle a la que tenia que dirigirme era prácticamente imposible encontrar un huequito. Por lo que me acerqué a la parada de guaguas mas cercana (parada de autobús para los peninsulares, bus stop for the yankiees) en donde había un considerable grupo de personas esperando la llegada de la guagua. Pasaron aproximadamente 25 minutos para que apareciera el primer transporte, se dispuso la gente a entrar en el vehículo cuando me percato que había una señora que arrastraba uno de esos carritos de la compra y por el que sobresalía lo que era una bombona de gas butano, pretendía subirse con semejante artefacto a la guagua. La cara de mosqueo del chofer me dio esperanzas de que cortaría de raíz aquella locura, craso error, le musitó lo que creo que era una advertencia que la mujer le respondió con una media sonrisa y se perdió tranquilamente entre los pasajeros, fue un completo y absoluto “vete a tomar por culo”.

Me quedé clavado en la acera justo delante de las puertas abiertas de la guagua cuando el chofer se me quedó mirando como pretendiendo comunicarme con su gesto si pretendía subir o no, negué con la cabeza conteniendo las ganas de soltarle un “Van a morir hechos fosfatina” y se cerraron las puertas automáticamente. Me quedé allí mirando como se alejaban y pensando que quizás había sido un poco exagerado, que no habría tanto riesgo en el hecho de subir a un vehículo abarrotado de pasajeros un recipiente metálico con un gas tremendamente volátil metido a presión... Van a morir hechos fosfatina.

domingo, noviembre 19, 2006

Crítica: El ilusionista

Esta es la primera crítica que voy a realizar y es porque acabo de llegar de verla en el cine y la tengo todavía calentita en mi cabeza.

El ilusionista trata de un mago, de un amor prohibido y de la ilusión. Nos sitúa en un Imperio Astro-Húngaro previo a la primera guerra mundial, en el que un mago de origen humilde causa sensación en el público y en la nobleza del país, sobre todo en una duquesa por la que el mago suspira.

Me pareció una película correcta, con un buen ritmo aunque decae un poco hacia el final. Con un gran diseño de producción y una buena puesta en escena en la que sin un gran alarde de medios consigue mantener el interés hasta el final.

En las interpretaciones me gustó la de Paul Giamatti que, como siempre, está excelente, mientras que el resto de los actores están bastante sosos, sobre todo Edward Norton, el actor que interpreta al ilusionista no consigue ilusionar, creo que si se hubiera sacrificado un poquito más la película podría haber estado mejor, de la misma forma que la historia de amor no me la acabé de creer tambien gracias a las frias interpretaciones.

La recomiendo como película de entretenimiento y por resultar agradable de ver sin grandes pretenciones.

Le doy un 5 sobre 7.

¡Cuidado cine! ¡voy a por ti!

He tomado una decisión, a partir de ahora en el blog me dedicaré también a hacer críticas de películas que voy a ver al cine.

No soy ningún letrado en este arte, ni tampoco tengo un título que me valore como alguien con el crédito suficiente para realizar criticas de las obras de personas que seguramente si lo son, pero si me considero poseedor del criterio suficiente para expresar mi opinión y mi impresión sobre este arte, además de que me sale del escroto hacerlo.

Todas las críticas las acompañaré de una puntuación del uno al siete, como supondrán la cifra no está elegida a la ligera ya que el cine es considerado el séptimo arte y siete eran los samuráis de Kurosawa y como también supondrán, el siete es la mejor clasificación que puede obtener una película, pero con lo carbón que soy dudo que alguna llegue lograr esta nota.

Mis críticas u opiniones personales son, como todas, subjetiva, no son dogmas o axiomas y seria absurdo pretenderlo, porque el cine no lo atesoran unos pocos expertos por mucho que a ellos les guste pensar que si es así. El cine es universal, es ecléptico y es de todos, por eso nunca diré lo que es bueno y lo que no lo es, solo lo que me gusta y lo que no.

viernes, noviembre 17, 2006

Los jinetes de los renos

En una región del norte de las estepas de Mongolia que recibe el nombre de Tsaatan está habitada por un grupo de no más de 44 familias, unas 300 personas aproximadamente, destacan por una actividad que para ellos es muy cotidiana pero a cualquiera de nosotros nos parecería mas propio de un cuento navideño y es que han logrado crear un vinculo entre ellos y los renos que habitan en esos parajes muy especial. Humanos y renos cohabitan, coexisten y cooperan en gran armonía, tanto es así que los Tsaatanos se suben a horcajadas sobre estos animales y les sirven no solo como montura sino también como protección ante otros animales más beligerantes, la carga de un reno con sus robustas astas son una amenaza que intimidaría a cualquier ser vivo.


¿Seria San Nicolás mongol?... no, creo que era turco.

Galletas follando

Como cada noche me dirijo a la cocina a ver que me puedo encontrar para cenar y al abrir la primera puertecilla de las estanterías me encuentro con estas dos galletas en esta posición tan extraña…

…lo primero que me vino a la mente fue “¡coño! dos galletas follando” y en ese momento me di cuenta de lo mal que estoy, tengo la mente muy sucia.... afortunadamente. ;-)

miércoles, noviembre 15, 2006

La Biblia en lego

Hace un par de post hablaba de un gadget, una ballesta, construida con piezas de lego. Pues cual es mi sorpresa que he descubierto una pagina web en la que nos cuentan todos los capítulos del Antiguo Testamento recreadas con legos, en un total de 254 historias con 2906 ilustraciones. Y es que hay de todo: castigos divinos, masacres, sexo, milagros, violaciones y algunos chistes insertados por el autor.

No recordaba yo que la Biblia molara tanto.

Autoemoticonos

Quien no ha visto esos cartelitos que se ponen en el cristal trasero de los coches con graciosos mensajes tales como “Bebe a bordo” o “Haz el amor y no la guerra” o “Si lees esto es que estas muy cerca, hijo puta”. Pues la tecnología ha dado un paso adelante para la humanidad y han inventado estos letreros luminosos para el cristal de atrás del coche en el que se pueden mandar mensajes personalizados o dar a conocer nuestro estado de ánimo a los conductores que nos sigan. ¿Cómo es que hemos podido vivir hasta hoy sin esto?.

La ballesta de lego.

Siempre que recuerdo los juegos de mi niñez un lugar central lo ocuparía los legos. Me pasaba horas construyendo con aquellas piecitas muy diversas estructuras, llegué incluso a construir una ciudad, con sus edificios, su puerto con los barcos e incluso un tren que funcionaba y que atropelló a un sin números de pequeños muñequitos daneses, muchos inclusos reincidían.

Afortunadamente jamás se me pasó por la cabeza hacer algo así…



… a saber quien habría desgraciado.

martes, noviembre 14, 2006

Calima

Ayer me pasé el día con un leve pero incomodo dolor de garganta, hoy me he despertado con la imperiosa necesidad de sonarme y mi morbosa idiosincrasia no pudo evitar mirar el clinex para examinar lo que mis napias habían expulsado y lo que vi era sangre, si, sangre reseca la prueba de los estragos que la calima hace en mi.

La verdad es que no me puedo quejar, no soy alérgico, no soy asmático, ni tampoco sufro ninguna otra dolencia con la que este clima tan adverso podría convertirme en una victima mas propicia, pero hay mucha gente que si lo es y no me imagino lo mal que lo tienen que estar pasando.

Algunas veces al año tenemos que sufrir el hecho de que los vientos vengan cargados de arena del desierto a nuestro archipiélago. Es como si el Sahara nos gritase desde el otro lado del estrecho “¡Yo estoy aquí!”. Y es que disfrutamos del privilegio de unos de los mejores climas de este mundo a poca distancia de uno de los peores, algo que recordamos cuando esa inmensa lengua de arena nos deja su seco lamenton desde los cielos.

En el aire

  • La última peli que he visto: The Host (Destruyendo espectativas)
  • Lo que estoy leyendo: Ahora mismo nada. :-(