lunes, marzo 06, 2006

Sufrimiento Justificado


Navegando por la red de redes me tope con la fotografía de una dulce chica en medio de un paisaje helado, era una hermosa modelo vestida con un exiguo bikini y un sombrero vaquero, miraba de reojo a la cámara y mostraba una leve sonrisa en unos carnosos labios. De repente algo me hizo despertar de mi éxtasis, era mi conciencia que me decía que algo en esa foto andaba mal. ¿Que hacia esa muchacha en ese paraje helado, casi sin ropa y a la intemperie en un lugar que estaría muy por debajo de los cero grados centígrados y mostrando una media sonrisa a todas luces falsa? Mi libido acababa de caer abatido por mi civismo, era como el Hinderburg flotando exuberante en el cielo y de repente explotar para caer contra el suelo convertido en un amasijo de flameantes hierros retorcidos.
Entonces me recordé a mi mismo en algunos de los rodajes de los cortos: Sudando bajo los focos durante horas con una bolsa de basura en mi cabeza, arrastrándome por un polvoriento terreno con una barba postiza que parecía de espinas o disfrazado de vagabundo en mitad de una calle.
El paso siguiente en mi idiosincrasia era el alumbramiento de una nueva cuestión. ¿Era yo igual que esa chica? No, y no lo era por dos simples razones: La primera, porque ella estaba allí pasándolo mal e intentado fingir lo mejor que podía porque le pagaban por ello, lo hacia por un salario, por su belleza física y por una superflua sociedad que le premia por ello y no por su humanidad. Yo en cambio no veo un euro por ningún lado, lo hago porque me resulta lo suficientemente gratificante ver el resultado creativo de ese esfuerzo (con esto no quiero decir que si empieza a entrarnos dinero siga haciéndolo por amor al arte), y la otra razón que nos diferencia es porque ella esta muy buena, buenísima.

No hay comentarios:

En el aire

  • La última peli que he visto: The Host (Destruyendo espectativas)
  • Lo que estoy leyendo: Ahora mismo nada. :-(